Las bibliotecas populares enviaron más de 16.892 kilos de libros, repartidos en 981 cajas, por medio del Correo Argentino a los distintos puntos del país en donde están ubicadas. Lo hicieron gracias al Programa Libro% impulsado por la CONABIP que les permitió asistir a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. En todos los casos, las bibliotecas entrevistadas aseguraron haber ido a buscar, centralmente, lo encargado por los socios. Mientras los bibliotecarios toman nota a lo largo del año, según indicaron, de los pedidos de los usuarios de cada biblioteca, en algunos casos completan los listados con los que llegan a la feria para hacer la compra a través de encuestas hechas vía facebook, uno de los nuevos medios adoptados por las distintas organizaciones para comunicarse con los ya interesados y convocar nuevos adeptos.
“En nuestra biblioteca tenemos como público a jóvenes y a adultos. Nos dimos cuenta que lo que ellos nos reclaman es lo que más les interesa y es lo que llevamos. Si nos piden un libro y no lo tenemos les decimos que lo vamos a comprar”, explicaron Hugo Jorcuera y Enrique Juan Noe, de la biblioteca popular Dr. Angel Barriocanal, ubicada en Remedios de Escalada.
Natalia Molina, de la biblioteca popular Mariano Moreno, de Sierra de la Ventana comentó que junto a la tradicional lista que configuran con los socios, hicieron una selección especial con aquellos usuarios que están trabajando con tesis para ver qué material podrían necesitar. Y además de los pedidos específicos tienen un margen para ver las novedades y elegir las que consideran más interesantes.
En la biblioteca popular de General Pinero, en Chaco, recolectaron información acerca de las necesidades de los usuarios de la biblioteca y seleccionaron los libros en la feria en función de las respuestas de los socios.
Después de elegir los libros en función de lo que los usuarios pidieron y de la encuesta que realizaron vía facebook, en la biblioteca popular La Bicicleta, ubicada en Colonia Caroya, en Córdoba, al regresar de la feria colocan los materiales en una estantería en la que los dividen según los géneros y explican de qué trata cada uno como para tentar a los visitantes con la lectura.
Fascinadas con los libros para niños con los que se encontraron porque tienen una “gráfica y unos colores increíbles”, dos voluntarias contaron que los chicos tienen un lugar especial para ellos en la biblioteca. A su vez, a través de una bibliocleta, que haciendo honor al nombre de este espacio conjuga el medio de transporte y la biblioteca, acercan los libros a las escuelas.
Lorena Sara, de la biblioteca popular Vamos a leer, ubicada en Oberá, en la provincia de Misiones, explicó que “a veces la gente no tiene el hábito de la lectura, pero si se acerca a la biblioteca y ve el material que uno tienen por ahí uno viene. La lectura es muy importante porque te abre otros mundos, te enseña muchas cosas que por ahí uno no sabe”. En ese sentido, la posibilidad que le da el Programa Libro% de asistir a la feria es para ellos, así como para prácticamente todos los que participan de él, central: “de otra manera nosotros no podemos venir hasta acá y comprar los libros que se necesitan porque no tenemos plata. Con el subsidio si podemos viajar y comprar los libros”, señaló Sara.
Pero no sólo se trata de la adquisición de libros. Según Marcos Vilte, de la biblioteca popular Enrique del Valle de Iberlucea, ubicada en Gerli, “el programa me parece muy bueno. Brinda la misma posibilidad a todas las bibliotecas del país, porque nos juntamos con gente de otras provincias, te cruzas un par de palabras, democratiza todas las bibliotecas. Todas las bibliotecas tienen la posibilidad de venir y adquirir material”.
Para Héctor Ruiz, de Chaco, “la importancia de poder asistir a la feria es grandísima porque venir de un lugar tan lejano como es el chaco a buscar material que muchas veces no llega a las localidades del interior es fundamental para atender a las necesidades de educación de los usuarios. Y también para atender a las necesidades de lectura misma que tienen más allá de los libros de texto que son necesarios para la educación. Todo lo que sea literatura es muy importante poder acercarle a la gente del interior”, aseguró.
La voluntaria de la biblioteca popular de Sierra de la Ventana aseguró entusiasmada que la participación en la Feria del Libro “es una experiencia genial, estamos muy felices. A nosotras que nos gusta mucho leer y nos apasiona trabajar en la promoción de la lectura. Es una oportunidad genial venir a esta feria”.
Tras poblar con cajas y changuitos los pasillos de la Feria del Libro los voluntarios de las bibliotecas populares regresaron a sus comunidades con nuevo material para ofrecer a los miles de usuarios que asisten a estos espacios. Cada uno, apelando a diferentes estrategias de comunicación que a veces incluye a los medios locales, el boca en boca, algunos carteles en lugares estratégicos del pueblo o ahora la utilización de las redes sociales, difunden la llegada del nuevo material que es tan esperado por miles de usuarios e invita a otros tantos a sumarse como lectores.