Aparece frente a la playa un vehículo que lleva en su interior una verdadera biblioteca y centro cultural. Se abren sus puertas y comienza todo un movimiento a su alrededor. Desde la arena se preguntan qué producto promocionarán o pondrán a la venta en esa oportunidad y se arriman para conocer de qué se trata. “Una de las primeras preguntas es cuánto hay que pagar. Cuando les decimos que es libre y que prestamos los libros causa una gran sorpresa”, aseguró Sonia De Francisco, voluntaria del programa en Mar del Plata. Según Jorge Boza, uno de los responsables de las actividades del bibliomóvil que coordina la Biblioteca Popular “Manuel Belgrano” ubicada en Pinamar, “mucha gente quiere comprar los libros y les tenemos que explicar que no están a la venta. Planteamos entonces el tema del compartir. Porque no se trata sólo de leer sino de la importancia que tiene cuidar el libro y devolverlo para compartirlo con otros”.
Por su parte, Mabel Lombardi, presidenta de la Biblioteca Popular “Las Toninas”, expresó su satisfacción por los resultados que se han obtenido con la presencia del bibliomovil en todos los balnearios del Partido de la Costa “Me asombró la necesidad que tiene la gente de leer libros y que a lo mejor no lo hacen porque no tienen posibilidad de comprarlos o no van a las bibliotecas”. Y explicó que una de las tareas que llevan adelante con el bibliomovil este verano es la de incentivar al turista para que se acerque a la biblioteca cercana a su domicilio. “Muchos se acuerdan de la biblioteca cuando hablan con nosotros”, aseguró.
Jorge Boza contó que el bibliomovil que recorre Pinamar también estuvo en la ciudad de Madariaga. Alli durante 5 días visitaron diferentes colonias de vacaciones y el fin de semana, concentraron las actividades en la plaza central. “Esto de poner los libros sobre una lona y ver la cantidad de chicos que se sienta a leer es increíble”, aseguró.
El interés por la lectura trasciende las edades. “A veces, cuando se relatan cuentos para chicos uno ve a las personas mayores que también prestan atención. Notamos que el adulto también necesita escuchar relatos de cuentos, aunque sean para chicos. Les ves la cara y notas cómo se enganchan”, comentó Mabel Lombardi. Y en relación a los más pequeños señaló que “algunos se quedan casi las 4 horas que está el bibliomóvil en el lugar. Algunos muy chiquitos no saben leer y los padres les cuentan los cuentos. Aparece entonces el libro como un lugar de encuentro de la familia”.
Para este año, lps bibliomoviles de CONABIP procuraron alianzas que potenciaron su actividad en la costa atlántica permitiendo sumar más playas y balnearios al recorrido y diversificando la oferta de actividades culturales gratuitas para el público. En efecto, además del tradicional préstamo de libros y la participación de narradores orales, cada uno de los bibliomóviles acompañó la promoción de la lectura con distintas propuestas culturales. En el caso de Mar del Plata, “nos parecía que por el momento en el que se presenta esta campaña, en vacaciones, no podíamos apartar el libro de lo lúdico”, indicó Sonia De Francisco. Un taller de burbujas, uno de percusión con rituales de tachos incluido, taller de pintura y otro de fotografía son algunas de las actividades que ofrecen. En el caso del Partido de la Costa, que incluye las localidades de Mar del Tuyú, Santa Teresita, Las Toninas, San Bernardo y Mar de Ajo, entre otras, se sumaron las marionetas, los títeres, los números circenses, de malabares y música en vivo. En el caso del bibliomóvil que tiene por cabecera la ciudad de Pinamar, se incorporó una variada programación que incluye cine para jóvenes, talleres de pintura decorativa y de historieta, juegos de mesa y música en vivo con instrumentos autóctonos.
En todos los casos, alrededor del bibliomóvil turistas y habitantes de las diferentes localidades no sólo se acercan para disfrutar de un espectáculo o una buena lectura sino que también participan y colaboran en forma activa. Jorge Boza relata que en Ostende “se acercaban chicas que querían ayudar a armar todo y repartir volantes. También nos encontramos con chicos que en lugar de pintar en uno de los talleres se sumaron a ayudar y nos pareció interesante esta cuestión de colaborar en la promoción de la lectura”.
A dos meses de iniciada la campaña Sumergite en la Lectura 2012 el camino transitado superó las expectativas de quienes se sumaron a esta experiencia. Y queda todavía un mes por delante en el que los vehículos de la CONABIP continuarán en dicha ruta, acercando libros y promoviendo cultura al alcance de todos.