La historia del barrio de San Cayetano de Comodoro Rivadavia comienza hace treinta y tres años y, desde hace veintisiete, cuenta con la Biblioteca Popular Elum Duham que, en lengua mapuche, significa “dar memoria”. Desde el año 2012 la entidad chubutense trabaja en el marco del Programa Información Ciudadana de CONABIP, afianzándose como un lugar de consulta, un espacio de promoción de derechos, acceso a la conectividad y referencia para la comunidad en materia de capacitación, lectura y recreación. Este rol social y cultural le permitió a la biblioteca popular entablar vínculos con otras organizaciones de la sociedad civil. A su vez esa articulación interinstitucional posibilitó un trabajo eficaz y positivo en tiempos de Pandemia ya que, durante el aislamiento obligatorio, actuaron en forma mancomunada para resolver necesidades concretas de la comunidad. Así es como, junto a la parroquia, el centro cultural, la escuela y otros sectores actuaron frente a un caso de abuso infantil: “desde la biblioteca detectamos que unos hermanitos estaban en situación de riesgo, descubrimos que detrás de algunas conductas antisociales por parte de estos niños no había solo una situación de indigencia, sino también un caso de abuso”, explica Marta Beatriz Muriel dirigente de la Elum Duham. Pero junto a otras organizaciones libres del pueblo y el apoyo de organismos gubernamentales especializados en la materia lograron brindar, en forma paulatina, cierto reparo: “Empezamos a ver como avanzar en la causa y dar una respuesta inmediata y concreta. Se logró avanzar jurídicamente y se comprometieron los tribunales de familia, el centro cultural del barrio, la parroquia y la biblioteca popular junto a organismos gubernamentales”. Muriel también explica que “la biblioteca popular, gracias al Programa de Información Ciudadana, tiene aceitado el circuito de trámites que permiten el acceso rápido a mecanismos de resguardo jurídico y de derecho”. Además, la biblioteca fue un espacio de ayuda y cuidado: “lo importante es que una situación tan complicada, y encima con ese contexto de aislamiento, nosotros pudimos poner un granito de arena y brindar cierto refugio para estos chicos”, dice Muriel y destaca que “se dio realmente una confluencia sobre todo en la contención de los chicos que participaron de varias actividades acá y, con el pasar del tiempo, vimos el cambio en la forma de relacionarse y la conducta de estos niños”.
“Nuestra entidad tiene un servicio abierto a la comunidad”, sostiene Muriel, “de hecho hasta acondicionamos una placita con wifi para que puedan acudir quien desee”. La biblioteca se afianzó como un polo de estudiantes en un barrio donde existen cuatro escuelas primarias y dos colegios secundarios: “La gente del barrio considera a este lugar un espacio donde puede hacer desde, por ejemplo, un curriculum vitae hasta sacar un turno para un médico o trámites en forma on-line”. Señala además la vigencia y el protagonismo en la vida civil que siguen teniendo las bibliotecas populares: “Sabemos que la biblioteca popular no es sólo un lugar donde se pueden retirar libros, también que se acude para hacer un trámite”. La Biblioteca Popular Elum Duham de Comodoro Rivadavia se concibe como un espacio de servicio cultural y de participación solidaria, que abre sus puertas a cuestiones sociales que refuerzan la memoria y también salvan vidas.