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Segunda jornada del ciclo Recorridos lectores para las primeras infancias

La  narradora, escritora y capacitadora Claudia Stella brindó la charla “Narrar, leer con niñas y niños pequeños: una presencia, una piedra al agua” en la que expuso algunas herramientas y estrategias para mediadores y mediadoras de lectura. 

En la segunda jornada del ciclo Recorridos lectores para las infancias, que organiza la CONABIP durante julio y agosto, la narradora, escritora y capacitadora Claudia Stella brindó una charla titulada “Narrar, leer con niñas y niños pequeños: una presencia, una piedra al agua” en la que expuso algunas herramientas y estrategias para mediadores y mediadoras de lectura.

 

Claudia Stella es narradora oral con una amplia formación. Creó el proyecto Palabrújula, palabra poética en la infancia, que ofrece propuestas de encuentros, funciones y capacitaciones para familias y docentes. Como escritora publicó la novela El nombre de los caracoles (Libros de Unahur).

 

Al comienzo de la charla, Stella explicó que es necesario que los mediadores y las mediadoras estén atentos a lo que sucede a su alrededor. No solo a las demandas de los niños y las niñas pequeñas y sus familias, sino también a las teorías sobre la lectura y al quehacer de colegas e instituciones vinculadas al mundo de la lectura. “Hay que estar en estado de alerta y movilización que sería lo contrario a estar en piloto automático”, definió la narradora y llamó a buscar nuevas formas de hacer para reafirmar estrategias y cambiar rumbos si es necesario.

 

Luego, a partir de la primera entrada del abecedario poético Un árbol crece y le nadie pregunta por qué (de Eugenio Roda, Cecilia Alfonso Esteves) que define a la palabra ansiedad como “preguntarle a la panza de la madre qué quiere ser cuando sea grande”, Stella planteó cierta mirada que existe sobre las infancias. “Hay una necesidad de ver al niño en un formato conocido y tranquilizador, es decir, como adulto”, dijo la narradora y marcó otras maneras de pensar a los bebés y a los niños. “Un bebé es un ser que está descubriendo el mundo —dijo—los niños y los bebés leen todo el tiempo, conocen el mundo, lo palpan”. En esa línea, explicó que es importante pensar a los bebés y los niños de esta manera a la hora de pensar las dinámicas de lectura, tener en cuenta sus necesidades específicas y las de sus familias. 

 

“En la situación de lectura compartida hay que estar. A este estar lo pienso como un estar poroso. Un estar a la escucha de las otras y los otros, de los interlocutores; estar a la escucha de las propuestas que pensé como mediadora, a cómo se desarrolla; estar a la escucha de los textos. Estar disponible: pensar qué necesita este grupo y este niño en particular, o esta familia en particular. Sería lo contrario a ir sobre el otro, a presuponer que el otro es de determinada manera o que entiende las cosas como las entiendo yo. Ver qué se necesita de mí en ese momento”, profundizó Stella. “Hay que pensar qué para quién”, agregó. 

 

Sobre la situación de mediación, la escritora dijo: “Los mediadores y las mediadoras no sabemos todo lo que pasa antes, durante y después de la mediación de lectura. Me parece interesante pensar que hay cosas que uno no sabe ni va a saber, pero uno está ahí, con ese estar. Todos los que mediamos entre la lectura y los niños y las niñas trabajamos para un instante. Se me ocurre que a veces no vemos ese instante o vemos la puntita de un iceberg. Leer literatura es como plantar un árbol en un parque al que quizá no vuelva nunca más”.

 

Luego, la narradora comparó las experiencias de mediación de lectura con una piedra que se arroja al agua: “una piedra arrojada al agua, hay un ruidito y luego vemos las ondas que llegan hasta vaya a saber dónde. De pronto nos olvidamos de esa piedrita que cayó ahí. Al rato, escuchamos un ruido en la orilla. A veces lo escuchamos, a veces no”. En esa orilla metafórica, Stella ubicó no solo a los niños, sino también a los adultos, a las familias, en las que  muchas veces también repercuten las actividades pensadas para los niños y niñas.

 

Otra de las estrategias de mediación que planteó Claudia Stella fue la de “meterse por la ventana de los cuentos”, que implicaría dejar de lado el análisis literario tradicional y pensar, en cambio, cómo huelen, cómo caminan, qué sonidos tienen, qué traen los textos. “Para jugar su mismo juego y bailar el baile que nos proponen. No hay una actividad, es danzar al ritmo del cuento”, dijo la narradora. 

 

En el cierre de la charla, Stella citó otra entrada del abecedario poético del que había hablado al inicio: “Gentileza: subir a un árbol sin lastimar sus ramas. Los árboles crecen fuertes para llevarnos a ver más alto el horizonte. Sus ramas nos abrazan para ayudarnos a subir sin miedo. Sus hojas nos acarician para darnos coraje. Subimos despacio y con sonrisas en los pies. Despacio, pero con sonrisas en los pies”. 

 

Para acceder a la charla completa hacé click acá 

 

La semana que viene, miércoles,  21 de julio, representantes de las Bibliotecas Populares: “Cachilo”, de Rosario; “Esteban Adrogué” de Almirante Brown; “San Francisco de Belloc” de esa ciudad de la provincia de Buenos Aires y  la BP “Justo José de Urquiza” de Río Tercero, Córdoba presentarán la riqueza de sus experiencias y acciones de promoción de lectura para las primeras infancias implementadas en sus entornos.

 

El 28 de julio, el grupo musical Anda Calabaza, brindará un espectáculo para todas las familias. Será un show en vivo, participativo y dinámico. Nos encontraremos a cantar, jugar e imaginar, acompañadxs de títeres, cuentos y música para despertar la creatividad y poner el cuerpo en movimiento.

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