La Biblioteca Popular “Dr. Martín Ruiz Moreno” de la ciudad de Formosa organizó un par de charlas debates con la participación de veteranos de guerra de Malvinas, en el marco del 40° aniversario del conflicto bélico entre Argentina y Reino Unido.
El viernes 1 de abril, los ex combatientes Epifanio Espinoza, Jorge Guzmán y Ramón Díaz tuvieron la oportunidad de compartir sus vivencias durante la guerra con alumnos secundarios, mientras que el lunes 4 de abril estuvieron acompañando a su camarada Carlos Muelas en otro conversatorio destinado a estudiantes primarios.
Espinoza y Guzmán fueron compañeros de armas en el Grupo de Artillería de Monte 3, con asiento en Paso de los Libres (Corrientes), mientras que Díaz y Muelas integraron la Compañía de Ingenieros Anfibios dependiente de la Armada, llegando este último a actuar en el célebre Batallón de Infantería de Marina N°5.
Guzmán comentó que “jamás supe que me llevaron a las islas hasta que pisé suelo malvinense”. Algo similar ocurrió con Espinoza, quien detalló el raid que lo llevaría de un extremo al otro del país: “el 7 de abril salimos a la nochecita desde Paso de los Libres hasta Bahía Blanca y de ahí a Comodoro Rivadavia, adonde nos subieron a un avión Hércules, además de seis cañones, cuatro camiones y nuestro equipaje completo, llegando a Malvinas el 13 de abril de 1982, a las 15.30 hs”.
Por su parte, Guzmán admitió que “recién tomé dimensión de la guerra cuando escuché caer la primera bomba”, al precisar que “si bien perdimos, no se la hicimos fácil, especialmente nuestra dotación que fue el blanco predilecto de la aviación inglesa”
Díaz, en tanto, recordó el momento en que en su condición de prisionero fue rescatado por un soldado inglés, al resbalarse de una escalera del rompehielos argentino Irizar (que funcionaba como buque hospital) , cayendo en las frías aguas del mar argentino.
Tras resaltar que “ese gesto de quien unas horas antes había sido mi enemigo, me salvó la vida”, Díaz destacó además también la atención que recibieron como prisioneros: desayunando y comiendo bien, con mudas de ropa nuevas y cómodas, sábanas blancas y relucientes y la posibilidad de bañarnos diariamente cuando en setenta y cuatro días sólo pudimos hacerlo una o dos veces”.
Muelas rememoró su regreso al continente y las dificultades que debió sortear para poder reinsertarse en la sociedad y conseguir un trabajo. “Cuando ibas a una entrevista laboral y con orgullo comentabas que habías estado en Malvinas, ya te desestimaban por loquito”.
“Durante mucho tiempo tuvimos que callar las atrocidades de la guerra por un compromiso que firmamos cuando regresamos a las distintas unidades, donde nos tocó hacer la colimba. Con el retorno de la democracia, pudimos sacar todo ese dolor que teníamos dentro. Algunos como yo pudimos hacerlo, pero a otros les cuesta un montón y ni que hablar de aquellos que no pudieron soportarlo y se quitaron la vida”, afirmó.
Muelas aseveró que “la guerra deja secuelas. No hay forma de salir indemne. Para mi la mejor terapia que hice fue conducir “Unidos como en Malvinas”, programa que desde hace tres años se emite en Radio Nacional Formosa, porque tengo la posibilidad no sólo de hablar, sino de escuchar a mis compañeros como han sido sus vidas antes, durante y después de su participación militar”.
En otro orden, brindó detalles sobre las experiencias que lo movilizaron al regresar a Malvinas, cuando recorrió los lugares donde intervino militarmente, visitó el cementerio de Darwin e hizo flamear orgullosamente los pabellones nacional y provincial.
Guzmán, en cambio, sostuvo que “si Dios me da la oportunidad de volver a suelo malvinense, quiero hacerlo cuando no tenga que sacar el pasaporte para viajar hasta Chile y de ahí hasta las Islas. ¿Por qué tengo que hacer ese trámite si las islas son argentinas? Cuestionó.
Al finalizar, los organizadores compartieron el audio del teniente general, Martín Balza, que se viralizara en estos días, cuando recuerda a los soldados correntinos, formoseños, chaqueños y misioneros: «no los voy a olvidar en mi vida, seguramente los voy a olvidar cuando esté en Jardín de Paz, los sapucay de ustedes por la noche mientras hacíamos fuego nosotros y lo recibíamos de los británicos no los voy a olvidar nunca, los tengo en mis oídos hasta el día que me muera, muchísimas gracias.»
A modo de homenaje, Epifanio Espinoza lanzó un fuerte sapucay, mientras un auditorio conmovido, en su mayoría niños y niñas de de 11 y 12 años, aplaudía a los héroes formoseños presentes.
Por último, los estudiantes, docentes, bibliotecarias y veteranos de guerra de Malvinas posaron frente al edificio de la Biblioteca Popular, dependiente de la Sociedad “Castañeda”, con la bandera formoseña que flameó en cielo malvinense, durante una de las visitas del VGM Carlos Muelas.