Homenaje a San Martín Biblioteca Derly Rodríguez Calderón

Estamos listos para recordar que hace 171 años, el 17 de agosto de 1850, en Boulogne-sur-mer, Francia fallecía el General José de San Martín, un hombre excepcional que había dado la independencia a la Argentina, a Chile y Perú. Este video nos muestra los magníficos monumentos que en diferentes lugares del mundo recuerdan la vida y obra del General San Martín y el mayor y más importante de todos ellos: el monumento del Cerro de la Gloria en la ciudad de Mendoza. San Martín no es un mito, pero sí es un héroe y un héroe no es un hombre común. Por eso sobre la vida y la obra del general San Martín se seguirá por mucho tiempo investigando. Como acontece con todos los temas históricos en general que poseen trascendencia, con San Martín no se toca fondo. Ningún estudio científico alcanza a abarcarlo completamente, tan enorme es su figura!!!. San Martín es un héroe cabal. Voluntad como pocas la suya, contra viento y marea realiza su idea a pesar de las calumnias, las ofensas, la falta de apoyo de algunos sectores con poder. Persevera, seguro del camino trazado; severo consigo mismo y con sus subordinados. Sus dolencias físicas hacen que en muchas ocasiones pareciera que su cuerpo se niega a acompañarle, pero su voluntad es más fuerte, y se sobrepone a la enfermedad haciendo más notable su grandeza de carácter. Su realismo asombra, su clarividencia para juzgar los hechos y los hombres, también. Y si de rechazar la vanidad y ambición se trata, pocos hombres pueden demostrar tan límpidamente el desprendimiento y la renuncia. Esto fue comprendido por sus contemporáneos y por ello los miserables lo envidiaron mientras los nobles de corazón lo siguieron. Como escribió el poeta Olegario Victor Andrade: “¡No morirá tu nombre! Ni dejará de resonar un día Tu grito de batalla, Mientras haya en los Andes una roca Y un cóndor en su cúspide bravía”. Como hijos de esta Patria queremos mantener intacta su herencia y así con el poeta Francisco Luis Bernárdez meditemos: “En torno al fuego de su tumba reconozcamos nuestros lazos más secretos Y nuestros vínculos más hondos como nación, como familia y como pueblo. Después hundamos nuestras almas en el abismo secular de su recuerdo. Y levantemos nuestros ojos al firmamento de su vida y de su ejemplo”.