La biblioteca popular comenzó la entrega a domicilio de libros una semana antes del decreto de cuarentena obligatoria, cuando ya estaban suspendidas las clases escolares y las actividades masivas. Una vez salido el decreto 297/2020 de aislamiento social preventivo y obligatorio, continuaron la promoción de la lectura, a través de las redes sociales, en modalidad virtual.
Las primeras semanas compartieron videos artísticos y culturales que estaban en Internet. Luego comenzaron a subir material producido por artistas locales que, debido al aislamiento obligatorio no podían actuar con público, e implementaron una suerte de “gorra virtual”: “para que todos los y las artistas locales que hoy no están pidiendo actuar en vivo, graben cuentos, lecturas, narraciones o canciones para nuestra Fanpage de Facebook, y recompensarlos económicamente con aportes voluntarios de nuestros socios. Entonces el proyecto empezó a rodar virtuosamente y hoy estamos en plena publicación diaria de videos autoproducidos”.
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